top of page

DIE STIEFMUTTER VON HÄNSEL UND GRETEL(LA MADRASTRA DE HÄNSEL Y GRETEL) Narrador en primera persona

  • Foto del escritor: Estefanía Gomez Rosas
    Estefanía Gomez Rosas
  • 22 ago 2020
  • 4 Min. de lectura

¡Estaba cansada de ser la madrastra de esos niñitos inservibles, todos en esta casa muriéndonos de hambre, no sobreviviríamos un invierno más! Mi esposo siguió mi consejo, llevamos a los niños al bosque, ¡pero regresaron! ¿cómo lo lograron? Apenas llegaron por primera vez, dialogué con mi esposo cuando llegó del trabajo, hablamos nuevamente, teníamos que llevar a esos niñitos a un lugar más lejano para que no pudieran regresar jamás. Mi esposo me amaba más que a esas malévolas criaturas, esa noche planeamos algo mejor que el día anterior, él no se rehusó, ¡estábamos agobiados con esa carga, nos iban a dejar en la pobreza y la inanición!

- Buenas noches, Schatz, ¿qué tal estuvo la caza el día de hoy? - le dije con voy amable y tierna a mi querido esposo.

- Mal, no logré cazar nada, pero traje leña y dos panes, meine Liebe, ¿Qué hacen los niños acá?, ¿Cómo lograron encontrar el camino a casa?- dijo mi esposo en voz baja y algo sorprendido.

- ¡no lo sé!, debemos dialogar al respecto, esta noche tenemos que planear algo mejor- le dije susurrándole al oído.

- ¡jum!, esta decisión me rompe el corazón, pero es lo mejor que podemos hacer – dijo mi esposo con la voz entrecortada.

- Tonto, ¿no te das cuenta que si no dejamos a los niños en el bosque, entonces los cuatro moriremos de hambre?”- le dije un poco molesta.

Nos acostamos a dormir sin comer un solo bocado de comida, los niñitos estaban en sus camas, llorando, muertos del hambre y del frío, dejamos los panes para dárselos el día siguiente, planeamos nuevamente el abandono, le dije que esta vez llevaríamos a los niñitos aún más lejos, les prenderíamos una pequeña fogata, y los dejaríamos con los trozos de pan en lo más profundo del bosque, para que nunca encontrarán el camino de vuelta. Mi esposo estaba muy triste, pero él sabía que era la mejor decisión, lo único que se atrevió a balbucear fue “me duele mucho dejar a mis hijos, solos e indefensos en el bosque, los animales los devorarán, yo no soporto tanto dolor en mi pecho, ¡pobres hijos míos!”, y entre lágrimas y sollozos le di un beso e hicimos el amor toda la noche.

Al día siguiente, yo le di a cada niño un trozo de pan, y nos fuimos todos juntos a lo más profundo del bosque, cuando íbamos caminando, me di cuenta que Hänsel volteaba muy seguido hacia atrás y le pregunte con voz malhumorada “¿por qué mira para atrás? ¡Ande rápido, niñito!” y Hänsel con voz triste me respondió “estoy mirando mi gatito blanco, meinem weissen Kätzchen, está sobre el tejado y le quiero decir adiós”. A mi esposo se le estaba destrozando el corazón, pero seguimos la marcha, les prendimos una fogata y los niños se quedaron dormidos. Mi esposo y yo retornamos con leña a la casa y olvidamos a las horrendas criaturas, ya no eran nuestra responsabilidad, ya viviríamos felices para siempre, mi esposo y yo, sin esas cargas inservibles.

Lamentablemente han pasado los días, y la situación sigue igual, mi esposo no logra cazar nada, solo trae unos trozos de leña y vivimos en la depresión, no tengo fuerzas para levantarme de la cama, estoy muriendo lentamente de hipotermia e inanición, y escribo esta pequeña anécdota en mi diario, estoy agonizando y quiero pedirle perdón a Hänsel y a Gretel, ¡pobres niñitos, soy una mujer malvada, merezco la muerte!, espero logren encontrar el camino a casa nuevamente. ¡Adiós, adiós, tschüs, tschüs, me despido con dolor!




DIE HEXE VON HÄNSEL UND GRETEL

(LA BRUJA DE HÁNSEL Y GRETEL)

Narrador omnisciente y diálogos

Érase una vez una malvada bruja en lo más profundo del bosque, habitaba en una horrenda casa llena de suciedad y lodo, vivía sola y tenía un poder inimaginable, hacia ver alucinaciones a los niños que se acercaban a su malévola morada. Un día dos inocentes niños, Hänsel y Gretel, habían sido abandonados en el bosque por sus despiadados padres, ellos caminaron horas y horas y encontraron la casa de la malvada bruja, pero no vieron la realidad, vieron una casa encantadora hecha de dulces, y con el hambre feroz se aproximaron a comer todas sus columnas y paredes, estaban comiendo gusanos, barro, lodo y todo tipo de suciedad, pero la bruja engañaba sus mentes, ellos pensaban que era el más bello oasis de dulce creado jamás…

Die Hexe sagte - knusper, knusper, knäuschen,

Wer knuspert an meinem Häuschen?-

Die Kinder antworteten -der Wind, der Wind,

Das himmlische Kind-

La bruja salió de su casa, y se presentó como una humilde anciana, les ofreció entrar y comer de un delicioso banquete que había preparado, los niños tenían mucha hambre y entraron sin vacilar. Apenas entraron la magia de sus ojos desapareció, y vieron la terrible realidad, la anciana era una bruja horrenda, y la casa estaba llena de gatos, y una olla gigante con agua hirviendo en toda la mitad.

-No se asusten, mis niños, ustedes serán mi cena, ¡juajuajuajua!- dijo la bruja, riendo de manera maléfica.

-¡por favor, déjenos ir, seremos buenos niños, nunca volveremos!- respondió Gretel

-nunca podrán salir, me comeré a su hermano primero, y después a usted, pero primero necesito que engorden un poco más, están muy flacos- exclamó la bruja.

-¡por favor, yo me sacrifico por mi hermana, solo cómame a mí!- grito Hänsel.

-cállense, niños maleducados, me los comeré a los dos- dijo la bruja, mientras los ence


 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

©2020 por Creación Literaria Estefanía Gómez Rosas. Creada con Wix.com

bottom of page